¿Conoces los 7 Peores Ingredientes en los Alimentos?
Si
todavía está comprando alimentos que contienen estos ingredientes, simplemente
está preparando el camino para problemas de salud en un futuro.
Por el Dr. Joseph Mercola
Más de
3,000 aditivos alimentarios - conservadores, saborizantes, colorantes y otros
ingredientes- son añadidos a los alimentos en Estados Unidos y esta es una de
las razones clave por la que recomiendo evitar el consumo de la mayoría de los
alimentos procesados que los contienen.
Aunque
muchos nutriólogos bien intencionados le enseñarán la importancia de leer las
etiquetas de los alimentos, la forma más sencilla de comer sanamente es basando
su alimentación en alimentos que no necesiten una etiqueta en absoluto… ¿Cuándo
fue la última vez que vio una lista de ingredientes en la carne proveniente de
animales alimentados con pastura o en un racimo de brócoli?
Sin
embargo, existen grandes probabilidades de que usted consuma algunos alimentos
procesados, de ser este el caso, leer la etiqueta tiene un valor incalculable.
Literalmente existen miles de “banderas rojas” que puede buscar al leer las
etiquetas de los alimentos que come, pero muchos se esconden en ellas.
Los Siete Peores Ingredientes en
los Alimentos Procesados
Andrea
Donsky, fundadora de NaturallySavvy.com,
hizo un trabajo fantástico al resaltar los siete ingredientes. Ella se refiere
a ellos como los “Siete Temibles.”1 Si ve uno de estos nombres en una etiqueta
de alimentos, regréselo de donde lo tomó, si valora su salud, no querrá poner
estos ingredientes en su cuerpo. Echémosle un vistazo a cada uno a detalle:
1. Endulzantes Artificiales
Los
experimentos han encontrado que el sabor dulce, independientemente del
contenido calórico, aumenta su apetito y se ha demostrado que consumir
endulzantes artificiales causa un aumento de peso aún mayor que el causado por
consumir azúcar. Se ha encontrado que el aspartame tiene el efecto más dañino,
pero el mismo caso es el de otros endulzantes artificiales, tales como el acesulfame
de potasio, la sucralosa y la sacarina.
Sin
embargo, el aumento de peso es tan sólo el principio de por qué debería evitar
el consumo de endulzantes artificiales. El aspartame, por ejemplo, es una
neurotoxina de sabor dulce. Como resultado de su estructura artificial, su
cuerpo procesa los aminoácidos encontrados en el aspartame de manera
completamente diferente a los aminoácidos encontrados en un pedazo de carne o
de pescado.
Los
aminoácidos en el aspartame literalmente atacan sus células, incluso cruzan la
barrera hematoencefálica para atacar a las células cerebrales, creando una
sobre estimulación tóxica llamada excitotoxicidad, similar a la del MSG.
Además,
la enfermedad intestinal inflamatoria podría ser causada o empeorada por el
consumo regular del popular endulzante artificial Splenda (sucralosa), ya que
inactiva las enzimas digestivas y altera la función de la barrera intestinal.2
Investigaciones
previas también encontraron que la sucralosa puede destruir más del 50 por
ciento de su flora intestinal benéfica.3 Aunque ciertamente el azúcar regular
tampoco es una buena opción, no me cabe la menor duda de que los endulzantes
artificiales pueden ser aún peores para su salud que el azúcar e incluso que la
fructosa.
2. Grasas Trans Sintéticas
Son
comunes en los alimentos que contienen aceite vegetal parcialmente hidrogenado,
algunos ejemplos son las galletas, papas fritas, la mayoría de los productos
horneados del supermercado y cualquier otro alimento frito, sólo por mencionar
algunos. Las grasas trans sintéticas son conocidas por promover la inflamación,
que es el sello distintivo de la mayoría de las enfermedades agudas y/o
crónicas.
Por
ejemplo, en un estudio realizado en el 2010, las mujeres posmenopáusicas que
consumieron grasas trans sintéticas casi todos los días tuvieron una incidencia
30 por ciento mayor de derrame cerebral isquémico.4 Las grasas trans sintéticas
también han sido relacionadas con:
Cáncer: Interfieren con las
enzimas en su cuerpo que son utilizadas para combatir el cáncer.
Diabetes: Interfieren con los
receptores de insulina en las membranas celulares.
Función inmunológica baja: Reduce
la respuesta inmunológica.
Problemas reproductivos:
Interfieren con las enzimas necesarias para producir hormonas sexuales.
Enfermedades cardíacas
Su
consumo de grasas trans debería ser lo más bajo posible, no se ha establecido
un “límite máximo seguro” porque simplemente no lo hay.
3. Saborizantes Artificiales
Lo que
es particularmente alarmante cuando ve una palabra como “saborizante
artificial” en la etiqueta de ingredientes es que no existe forma de saber lo
que realmente significa. Podría significar que contiene un aditivo artificial o
que contiene una mezcla de cientos de aditivos. Por ejemplo, el saborizante
artificial de fresa puede contener cerca de 50 ingredientes químicos.5
O
tomemos el saborizante artificial llamado diacetil, que por lo general es
utilizado como saborizante de mantequilla en las palomitas de microondas. Las
investigaciones demuestran que el diacetil tiene propiedades que son altamente
dañinas para la salud cerebral y que podría causar el desarrollo del Alzheimer.
Los potenciadores de sabor transgénicos también pueden estar enlistados bajo el
término saborizantes artificiales (o saborizantes naturales) en la etiqueta.
4. Glutamato Monosódico (MSG)
Este
potenciador de sabor muchas veces es relacionado con la comida china, pero en
realidad se encuentra en un sinnúmero de productos procesados que van desde
comidas congeladas, aderezos para ensalada hasta chips y carnes. El MSG es una
excitotoxina, lo que significa que excita en exceso sus células hasta el punto
de dañarlas o matarlas, causando una disfunción cerebral y daño en diversos grados-
y potencialmente desencadenar o empeorar problemas de aprendizaje, Alzheimer,
Parkinson, Lou Gehrig, entre otras enfermedades.
Parte
del problema se debe a que el ácido glutámico (MSG es aproximadamente 78 por
ciento libre de ácido glutámico) es el mismo neurotransmisor que su cerebro,
sistema nervioso, ojos, páncreas y otros órganos, utilizan para iniciar ciertos
procesos en su cuerpo. Aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos
(FDA) de los Estados Unidos sigue afirmando que el consumo de MSG en los
alimentos no causa estas enfermedades, muchos expertos afirman todo lo
contrario.
5. Colorantes Artificiales
Cada
año, los fabricantes de alimentos añaden unas 15 millones de libras de
colorantes artificiales en los alimentos estadounidenses- y esa cantidad sólo
incluye a ocho variedades diferentes.6 A partir de Julio del 2010, la mayoría
de los alimentos en la Unión Europea que contenían colorantes artificiales
fueron etiquetados con un mensaje advirtiendo que “podría tener efectos
adversos en la actividad y atención en niños.” El gobierno británico también
pidió a los fabricantes de alimentos que eliminaran la mayoría de los
colorantes artificiales en el 2009 debido a problemas de salud.
Nueve
de los colorantes alimentarios que actualmente están aprobados para su uso en
los Estados Unidos están relacionados con problemas de salud que van desde el
cáncer e hiperactividad hasta reacciones alérgicas- y estos resultados fueron
de estudios realizados por la misma industria química.7 Por ejemplo, el colorante
rojo #40, que es el colorante más utilizado, podría acelerar la aparición de
tumores en el sistema inmunológico de ratones, mientras que también puede
desencadenar la hiperactividad en los niños.
El azul
#2 utilizado en dulces, bebidas, alimento para mascotas y más, estuvo
relacionado con tumores cerebrales. Y el amarillo #5 utilizado en productos
horneados, dulces, cereal y más, podría no sólo estar contaminado con muchas
sustancias causantes de cáncer, sino que también está relacionado con la hiperactividad,
hipersensibilidad y otros efectos en el comportamiento de los niños.
6. Jarabe de Maíz de Alta
Fructosa (JMAF)
A
menudo se afirma que el JMAF no es peor que el azúcar, pero este no es el caso.
Porque el jarabe de maíz de alta fructosa contiene monosacáridos de fructosa y
glucosa, no puede ser considerado biológicamente equivalente a la sacarosa
(azúcar), que tiene un enlace glicosídico que une la fructosa con la glucosa y
que ralentiza su descomposición en el cuerpo.
La
fructosa se metaboliza principalmente en el hígado, porque su hígado es el
único órgano que tiene el transporte para ello. Dado a que la fructosa es
transportada al hígado y si usted lleva el tipo de alimentación estilo
occidental que contiene mucha fructosa, esta termina dañando su hígado de la
misma forma en la que lo daña el alcohol y otras toxinas. Y al igual que el
alcohol, la fructosa se metaboliza directamente en grasa - se almacena en las
células de grasa, lo que causa un malfuncionamiento mitocondrial, obesidad y enfermedades
relacionadas con la obesidad.
Mientras
más fructosa o JMAF contenga un alimento y mayor sea el total de fructosa que
consume, peor será para su salud. Como recomendación estándar, le aconsejo
mantener su consumo TOTAL de fructosa por debajo de los 25 gramos al día. En el
caso de la mayoría de las personas también sería bueno limitar el consumo de
fructosa de las frutas a 15 gramos o menos, ya que prácticamente tiene
garantizado consumir más fructosa de fuentes “ocultas” si usted toma otras bebidas
además de agua y consume alimentos procesados.
Quince
gramos de fructosa no es mucho- representa dos plátanos, un tercio de taza de
pasas o dos dátiles medjool. Recuerde, el promedio de azúcar que contiene una
lata de soda de 12 onzas es de 40 gramos, al menos la mitad de esta cantidad es
fructosa, así que una sola lata de soda excedería la recomendación de consumo
diario.
7. Conservadores
Los
conservadores alargan la vida útil de sus alimentos, aumentando las ganancias
de los fabricantes- a expensas de usted, dado a que la mayoría de los
conservadores están relacionados con problemas de salud como el cáncer,
reacciones alérgicas y más. El hidroxianisol butilado (BHA) y el hidroxitolueno
butilado (BHT) son conservadores que afectan el sistema neurológico en su
cerebro, alteran el comportamiento y tienen el potencial de causar cáncer. El
terbutilhidroquiniona (TBHQ) es un conservador químico tan mortal que consumir
tan sólo cinco gramos puede matarlo.
Se ha
descubierto que el conservador llamado benzoato de sodio- encontrado en muchas
sodas, jugos de frutas, aderezos para ensalada- hace que los niños se vuelvan
más distraídos e hiperactivos. El nitrato de sodio, un conservador utilizado
comúnmente en hot-dogs, embutidos y tocino, ha sido relacionado con tasas más
altas de cáncer colorrectal, estomacal y pancrático. Y la lista sigue y sigue…
Los Alimentos Procesados en
Estados Unidos Podrían Ser Peores Que en Otros Países
Muchos
de los aditivos alimentarios que son completamente legales para su uso en los
Estados Unidos están prohibidos en otros países. Los ingredientes prohibidos
incluyen varios tipos de colorantes alimentarios, el sustituto de grasa
Olestra, el aceite vegetal bromado, el bromato de potasio (también conocido
como harina bromada), la azodicarbonamida, BHA, BHT, rBHG, rBST y el arsénico.
Cuando
los alimentos se procesan, no sólo pierden sus valiosos nutrientes y fibras,
sino que también su textura y sabor natural. Después del procesamiento, lo que
queda es un “pseudo alimento” sin sabor compuesto de pura masa que la mayoría
de las personas no comerían. Así que en este punto los fabricantes de alimentos
vuelven a añadir nutrientes, sabor, color y textura a los alimentos procesados
para darles un mejor sabor y esta es la razón por la que están llenos de
aditivos. Si usted vive en Europa, podría tener más opciones que los
estadounidenses, ya que usted puede encontrar algunos alimentos procesados que
no contienen ningún aditivo sintético.
Aun
así, remplazar una alimentación a base de alimentos procesados por una que se
centre en el consumo de alimentos frescos es una necesidad si valora su salud.
Recuerde, las personas han evolucionado consumiendo únicamente vegetales,
carne, huevos, frutas y otros alimentos enteros durante siglos, mientras que
los alimentos procesados se inventaron recientemente.
Si
quiere comer (y estar) sano, le sugiero seguir el modelo de la década de 1950
(y antes) y pasar tiempo de calidad en la cocina preparando comidas de alta
calidad para usted y su familia. Si usted compra alimentos procesados y
baratos, entonces está intercambiando la comodidad por problemas de salud a
largo plazo y cuentas medicas demasiado grandes. Para una guía paso a paso para
lograr convertir esto en una realidad, simplemente siga mi plan de nutrición
optimizado junto con estos siete pasos para quitarse la costumbre de consumir
alimentos procesados.
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