¿Cuál Es la Verdadera Causa de los Ataques Cardíacos?
Por Thomas S. Cowan, MD
En un
artículo previo, presenté el caso de que el espectro de las enfermedades
cardíacas, que incluyen la angina, angina inestable e infarto al miocardio
(ataque cardíaco), es mejor comprendido desde la perspectiva de los acontecimientos
que suceden en el miocardio (corazón) en lugar de los acontecimientos que
suceden en las arterias coronarias (las arterias que irrigan el corazón).
Como
todos sabemos, la visión convencional sostiene que el evento central de las
enfermedades cardíacas ocurre en las arterias, con la acumulación de placa que
causa obstrucción.
En este
artículo de seguimiento, hablaré con más detalle sobre la teoría convencional y
la razón por la que es bastante engañosa, después describiré los eventos precisos
y bien documentados que causan los MIs (infartos al miocardio o ataques
cardíacos).
Este
entendimiento es crucial dado a que por los últimos cincuenta años, la búsqueda
por la teoría de la arteria coronaria le ha costado a esta nación billones de
dólares en costos quirúrgicos innecesarios, billones de dólares en medicamentos
que causan más daños que beneficios y lo más grave, ha hecho que muchos adopten
un dieta baja en grasas, hecho que sólo empeora el problema.
Y los
nuevos giros en esta teoría sólo sirven para oscurecer aún más la causa real.
Por el contrario, al entender los eventos fisiopatológicos reales detrás de la
evolución de los MIs, seremos capaces de llevar un estilo nutricional
tradicional al comer, el uso de tónicos cardíacos seguros y económicos llamado
g-estrofantina.
Lo más
importante, nos veremos forzados a ver cómo las enfermedades cardíacas son una
verdadera manifestación del estrés de la vida moderna en el núcleo del ser
humano.
Para
superar la epidemia de enfermedades cardíacas, literalmente necesitamos un
nuevo paradigma médico, un nuevo sistema económico, una nueva conciencia
ecológica, en conclusión, un nuevo estilo de vida. La teoría coronaria pasa por
alto todo esto y también malinterpreta los eventos patológicos reales.
Al escribir
este artículo, me siento en deuda con el trabajo del Dr. Knut Sroka y su sitio
web heartattacknew.com. Para todos los interesados en este importante tema les
recomiendo que le echen un vistazo a todo el sitio web.
Para
los profesionales de salud e investigadores, su conocimiento está incompleto si
no leen y estudian sobre este tema.
Refutación de la Teoría Convencional
Hasta
hace poco creía, junto con la mayoría de los médicos, que la mayoría de los
ataques cardíacos eran el resultado la obstrucción progresiva causada por la
acumulación de placa en las cuatro arterias coronarias principales que van
directo al corazón.
Se
creía que estas placas estaban compuestas de colesterol que se acumulaban en la
luz arterial (dentro del vaso), que eventualmente cortaba el suministro de
sangre a ciertas áreas del corazón, resultando en deficiencia de oxígeno en esa
área, que primero causa dolor (angina) y después se convierte en isquemia
(ataque cardíaco).
La
solución más sencilla era desbloquear la estenosis (las obstrucciones) ya fuera
por medio de una angioplastia o con stent, o, si eso no era posible, por medio
de un bypass en el área con bypass coronario (CABG). Problema simple, solución
simple.
Los
problemas con este enfoque se volvieron aparentes para mí por una serie de
situaciones. La primera surgió en una historia relatada por el jefe de
cardiología durante un simposio sobre el corazón al norte de California en el
que fui ponente. Él nos dijo que durante su residencia fue parte de una prueba
llevada a cabo en la parte rural de Alabama en hombres afroamericanos.
En esta
prueba, hicieron angiografías (inyectaron colorante en las arterias coronarias
para detectar las obstrucciones) en todos los hombres que presentaban dolor en
el pecho. Para los que tenían una sola arteria obstruida, no realizaron
intervenciones, únicamente señalaron la parte del corazón que tendría un ataque
cardíaco en caso de que se presentara en un futuro.
Por
supuesto, todos predijeron que sería en la parte del corazón suministrada por
esa arteria coronaria en particular. Después esperaron. Eventualmente, muchos
regresaron y habían tenido ataques cardíacos, pero para la sorpresa de los
investigadores menos del 10 por ciento había tenido un ataque cardíaco en el
área del corazón suministrada por la arteria obstruida.
Esto
por supuesto, significa que si hubieran llevado a cabo la angioplastia usual,
stent o bypass en esa arteria, el paciente no habría recibido ningún beneficio.
El siguiente evento que me ayudó a cambiar de opinión fue la publicación de un
estudio realizado en el 2003 por Mayo Clinic sobre la eficacia de las cirugías
de bypass, stents y angioplastias.1
El
estudio concluyó que la cirugía de bypass sí alivia los síntomas (dolor de
pecho); lo que no hace es prevenir futuros ataques cardíacos y que únicamente
los pacientes de alto riesgo se benefician de la cirugía de bypass en relación
a una mejor probabilidad de supervivencia. En otras palabras, el estándar de
oro para tratar la obstrucción de arterias en el mejor de los casos sólo brinda
beneficios mínimos.
Las
grandes obstrucciones, es decir, los sitios que están obstruidos en más de un
90 por ciento, en casi todos los casos compensan la obstrucción desarrollando
nuevos vasos sanguíneos adicionales o colaterales.
De
hecho, la idea de que las cuatro arterias coronarias suministran toda la sangre
al corazón es completamente errónea. Comenzando poco después del nacimiento, el
corazón normal desarrolla una extensa red de pequeños vasos sanguíneos llamados
vasos colaterales que eventualmente compensan la interrupción de flujo en
cualquiera (o varios) de los vasos principales.
Las
angiografías coronarias no muestran la circulación colateral, además el
procedimiento crea espasmos en las arterias coronarias a través de la inyección
de un colorante pesado bajo una presión alta. Por lo tanto, las angiografías
coronarias son notoriamente inexactas para evaluar la cantidad de estenosis en
los vasos, así como el verdadero flujo sanguíneo en el corazón.
Hasta
el día de hoy, la mayoría de los bypasses, stents y angioplastias se llevan a
cabo en pacientes mínimamente sintomáticos que muestran una obstrucción mayor
al 90 por ciento en una o más arterias coronarias. Estas arterias casi siempre
están completamente colaterizadas, no es la cirugía la que restaura el flujo
sanguíneo, porque el cuerpo ya ha realizado su propio bypass.
Si las
pruebas encontraron una arteria coronaria principal obstruida en un 90 por
ciento, con tan sólo un 10 por ciento de flujo “apretando el cuello de la
botella,” ¿cómo es posible que pueda seguir con vida si no tuviera los vasos
sanguíneos colaterales? ¿Y realmente tenemos que creer que lo decisivo en
causar un ataque cardiaco es cuando la estenosis va de 93 a 98 por ciento?
Esta es
una diferencia insignificante y la premisa de que este pequeño aumento causará
un ataque cardíaco es completamente absurda. Sin embargo esto es lo que
intentan hacer la mayoría de los procedimientos, desbloquear la estenosis que
en realidad no mejora el flujo sanguíneo.
No es
de extrañar que en estudio tras estudio, estos procedimientos no ofrezcan
ningún beneficio significativo a los pacientes. Por estas razones, la
cardiología convencional está dejando de utilizar el modelo de placa estable y
está optando por un modelo diferente para la etiología de los ataques
cardíacos, uno que tampoco es válido.
Conozca a la Placa Inestable
Ahora
todos podemos estar de acuerdo que el enfoque completo de la cardiología- la
placa calcificada estable: la cosa en la que hemos colocado bypasses y stents
durante años, la cosa a la que le hacemos TC, la cosa que nos decían es creada
por la acumulación de colesterol en las arterias, la cosa que “la cardiología
alternativa” como el programa Ornish se ha centrado en eliminar- todo esto no
es tan importante después de todo.
Pero,
no se preocupe, dicen los “expertos,” sabemos que deben ser las arterias, así
que introduzcamos otro concepto- que suenen los tambores- placa friable o
inestable. Esta sinvergüenza puede atacar en cualquier momento a cualquier
persona, incluso si no hay una gran obstrucción. Esto debido a que estas placas
blandas y “esponjosas” pueden, bajo ciertas situaciones (que no sabemos cuáles
son), evolucionar rápidamente y cerrar abruptamente la arteria involucrada,
creando un déficit de oxígeno, que posteriormente causa angina e isquemia.
Se cree
que estas placas blandas son el resultado de una combinación de “acumulación”
inflamatoria y colesterol LDL, los dos componentes exactos que son tratados con
los medicamentos de estatinas. Por lo tanto, dado a que la placa inestable
puede desprenderse en cualquier momento, todos deberían tomar medicamentos de
estatinas para prevenir este lamentable suceso. Algunos voceros incluso han
sugerido poner dosis terapéuticas de estatinas en los suministros municipales
de agua.
Los
defensores de esta teoría se respaldan tras los estudios angiográficos que
muestran cambios en estas placas inestables, afirmando que son prueba de que la
placa inestables es la verdadera causa de la mayoría de los MIs. Como lo
demostraré a continuación, esta trombosis aguda ocurre en pacientes con ataques
cardíacos, pero es una consecuencia, más no una causa de los MIs. ¿Qué pueden
decirnos los reportes patológicos- y no los estudios angiográficos- sobre el
papel de la placa inestable en los ataques cardíacos?
Después
de todo, los reportes patológicos son la única forma precisa de determinar qué
es lo que sucede exactamente durante un ataque cardíaco, y no las angiografías,
que son engañosas y difíciles de leer. El primer estudio de autopsia importante
de pacientes que murieron a causa de un ataque cardíaco se llevó a cabo en
Heidelberg en la década de 1970.2 El estudio encontró que la trombosis
necesaria para causar el ataque cardíaco estuvo presente en tan sólo el veinte
por ciento de los casos.
El
estudio más grande de este tipo, encontró la trombosis necesaria en tan sólo el
41 por ciento de los casos.3 El autor, Baroldi, también encontró que mientras
más larga el área del ataque cardíaco, era más común encontrar estenosis,
además de que, mientras más tiempo entre el ataque cardíaco y la muerte del
paciente, mayor fue el porcentaje de la estenosis. Algunos investigadores han
utilizado estos dos hechos para seleccionar a propósito ciertos números y hacer
que la tasa de estenosis parezca más alta estudiando únicamente a las personas
con grandes MIs y a quienes vivieron más tiempo después del ataque cardíaco.
Otra
observación que pone en duda la relevancia de la teoría de la arteria coronaria
de un ataque cardíaco es el hecho de que el mecanismo etiológico propuesto de
cómo las arterias con trombosis causan isquemia es por medio del corte del
suministro y por lo tanto del suministro de oxígeno a los tejidos. Para la
enorme sorpresa de muchos investigadores, la realidad es que cuando se toman
mediciones de forma cuidadosa para evaluar el nivel de oxígeno de las células
del miocardio, jamás ha habido déficit de oxígeno en un ataque cardíaco en
evolución.4 Hablaré de este hecho más adelante cuando describa qué es lo que
cambia en cada MI que ha sido estudiado.
Le
repito, la pregunta debe hacerse: ¿si esta teoría se basa en la disminución de
los niveles de oxígeno en las células del miocardio cuando en realidad los
niveles de oxígeno no cambian, entonces que es exactamente lo que sucede? La
conclusión es que aunque la trombosis relacionada con el MI es un fenómeno
real, no ocurre en más del 50 por ciento de los casos- lo que hace que nos
preguntemos: ¿por qué el otro 50 por ciento, aquellos sin una oclusión en las
arterias coronarias, tienen un ataque cardíaco?
En
segundo lugar, está claro gracias a todos los estudios patológicos, que la
trombosis de grados significativos evoluciona después de que ocurre el ataque
cardíaco, lo que nuevamente nos lleva a preguntarnos: ¿qué causa el ataque
cardíaco en primer lugar? El hecho de que la trombosis ocurre después del
ataque cardíaco también explica por qué los procedimientos de emergencia-
recuerde, los únicos pacientes que se benefician del bypass y los stents son
los pacientes en estado crítico- pueden ser útiles inmediatamente después de
ataque cardiaco para restaurar el flujo en esos pacientes que no tienen la
circulación colateral adecuada para esa parte de su corazón. Así que le vuelvo
a repetir, todas las teorías existentes con respecto a la relevancia de las
arterias coronarias en la evolución del ataque cardíaco están llenas de
inconsistencias. Si esto es así, entonces ¿qué es lo que realmente causa los
ataques cardíacos?
La Etiología de la Isquemia Miocárdica
Cualquier
teoría con respecto a qué causa la isquemia miocárdica debe tomar en cuenta
algunas observaciones consistentes de los últimos cincuenta años. Los factores
de riesgo más consistentes para una persona que tenga una enfermedad cardíaca
son el sexo masculino, diabetes, consumo de cigarro y estrés psicológico y
emocional. Curiosamente, en ningunos de estos factores hay un vínculo directo
con la patología de las arterias coronarias- la diabetes y el consumo de
cigarro causan enfermedades en los capilares, hasta donde sabemos, no en las
grandes arterias. También, hemos aprendido durante las últimas décadas que los
cuatro medicamentos principales de la cardiología moderna- beta-bloqueadores,
nitratos, aspirina y medicamentos de estatinas- ofrecen algunos beneficios para
los pacientes con problemas de corazón (aunque también todos tienen grandes
inconvenientes) y esta observación debe tomarse en cuenta en cualquier teoría
integral de la isquemia miocárdica.
Variabilidad de la Frecuencia
Cardíaca
La
verdadera revolución en la prevención y tratamiento de las enfermedades
cardíacas vendrá con un mayor entendimiento del papel desempeñado por el
sistema nervioso autónomo en la génesis de la isquemia y su medición a través
de la herramienta de la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC). Tenemos
dos sistemas nerviosos distintos: el primero, el sistema nervioso central
(SNC), controla las funciones consientes, como el funcionamiento muscular y
nervioso el segundo, el sistema nerviosos autónomo (o inconsciente) (SNA), que
controla el funcionamiento de los órganos internos.
El
sistema nervioso autónomo se divide en dos ramas, que en una persona sana
siempre están en un estado equilibrado. El sistema simpático o “lucha o huye”
se encuentra en la médula suprarrenal, utiliza la adrenalina química como su
dispositivo de transmisión química y le dice a nuestros cuerpos que hay
peligro, por lo que es tiempo de activarse y huir. Lo hace por medio de la
activación de una serie de respuestas bioquímicas, la pieza central son las
vías glucolíticas, que aceleran la descomposición de glucosa para que sea
utilizada como energía rápida mientras hacemos la huida del oso que nos
persigue.
En
contraste, la rama parasimpática, centrada en la corteza suprarrenal, utiliza neurotransmisores
acetilcolina (ACh), óxido nítrico (NO) y monofosfato guanosina cíclico (GMPc)
como mediadores químicos, esta es el arma de “descansar-digerir” del sistema
nervioso autónomo. El nervio particular de la cadena parasimpática que abastece
el corazón con actividad nerviosa se llama nervio vago, ralentiza y relaja el
corazón, mientras que las ramas simpáticas aceleran y contraen el corazón. Creo
que se puede demostrar que el desequilibrio entre estas dos ramas es el
responsable de la gran mayoría de las enfermedades cardíacas.
Utilizar
las técnicas de monitoreo de la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC),
que da una descripción exacta del estado del sistema nervioso autónomo, los
investigadores5 han demostrado en varios estudios que los pacientes con
enfermedad cardíacas isquémica tienen en promedio una reducción de la actividad
parasimpática de más de un tercio. Por lo general, mientras peor sea la
isquemia, menor es la actividad parasimpática6 Además, cerca del 80 por ciento
de los eventos isquémicos son precedidos por una drástica reducción en la
actividad parasimpática.7
Por el
contrario, las personas con una actividad parasimpática normal, que
experimentan aumentos abruptos en la actividad simpática (como la actividad
física o shock emocional), jamás sufren de isquemia.
En
otras palabras, sin una disminución precedente en la actividad parasimpática,
la activación del sistema nervioso simpático no causa un MI.8 Presumiblemente
estamos destinados a experimentar momentos de exceso de actividad simpática,
así como normalmente es la vida, con desafíos y decepciones. Estas cosas solo
se vuelven peligrosas para nuestra salud en caso de que haya una disminución
persistente en nuestra actividad parasimpática. La disminución en la actividad
parasimpática está mediada por tres transmisores químicos del sistema nerviosos
parasimpático: aceilcolina, NO y cGMP. Es fascinante el hecho de que las
mujeres tienen una mayor actividad vagal que los hombres, esto probablemente
influye en la diferencia de incidencia de MI entre ambos sexos.9
La
hipertensión causa una disminución de la actividad vagal,10 fumar causa una
disminución en la actividad vagal,11 la diabetes causa una disminución en la
actividad vagal12 y el estrés emocional y físico causa una disminución en la
actividad parasimpática.13 Por lo tanto, todos los factores de riesgo
significativos suprimen la actividad del sistema nervioso en nuestro corazón.
Por otra parte, los principales medicamentos utilizados en la cardiología
regulan en exceso el sistema nervioso parasimpático.
Los
nitratos estimulan la producción de NO, mientras que la aspirina y los
medicamentos de estatinas también estimulan la producción de ACh junto con NO-
es decir, hasta que causan una diminución en estas sustancias que empeoran la
actividad parasimpática aún más. Los beta-bloqueadores funcionan bloqueado la
actividad del sistema nerviosos parasimpático, cuyo aumento es un factor
central en la etiología del MI. Lo principal aquí es que los factores de riesgo
para las enfermedades cardíacas y las intervenciones utilizadas afectan el
equilibrio de nuestro SNA, cualquier efecto que podrían tener en la placa y
estenosis es de menor relevancia.
Cómo Ocurren los Ataques
Cardíacos
Entonces,
¿cuál es la secuencia de eventos que causa el ataque cardíaco? Primero viene
una disminución en la actividad de curación del sistema nervioso parasimpático-
en la gran mayoría de los casos la patología del ataque cardíaco no procederá a
menos que se cumple con esta condición. Piense en una persona que siempre se
presiona a sí misma, que jamás se toma un descanso, que no tiene pasatiempo,
que constantemente estimula la corteza adrenal con cafeína o azúcar, alguien
que no se nutre con alimentos reales y grasas benéficas y que no incorpora
patrones regulares de sueño y alimentación a su vida diaria.
Posteriormente
viene un aumento en la actividad del sistema nervioso parasimpático, que por lo
general es un estresor físico o emocional. Este aumento en la actividad
simpática no se puede equilibrar debido a la supresión parasimpática crónica.
El resultado es un aumento descontrolado de adrenalina, que va directamente a
las células del miocardio para descomponer la glucosa utilizando glucólisis
aeróbica. Recuerde que en un ataque cardíaco, no hay cambio en el flujo
sanguíneo tal como se midió por el p02 en las células. Este paso desvía el
metabolismo del corazón y lo aleja de sus fuentes de combustible más eficientes
y de su preferencia, que son las cetonas y los ácidos grasos.
Esto
explica por qué los pacientes con enfermedades cardíacas muchas veces se
sienten cansados antes de sufrir un ataque. Esto también explica por qué una
alimentación rica en grasas y baja en azúcar es crucial para una buena salud
cardíaca. Como resultado del aumento simpático y la glicólisis, se presenta un
dramático aumento en la producción de ácido láctico en las células del
miocardio, esto sucede en prácticamente un cien por ciento de los ataques
cardíacos, sin que se requiera del mecanismo de la arteria coronaria.14, 15
Como resultado del aumento de ácido láctico en las células del miocardio,
ocurre una acidosis. Esta acidosis evita que el calcio entre a las células,16
haciéndolas menos capaces de contraerse.
Esta
incapacidad para contraerse causa edema localizado (hinchazón), disfunción de
las paredes del corazón (hipocinesia, que es el sello distintivo de la
enfermedad isquémica como se ve en los evos de estrés y pruebas de estrés con
talio nuclear) y eventualmente necrosis del tejido- en otras palabras, ataque
cardíaco. El edema tisular también altera la hemo-dinámica de las arterias
incrustadas en esa sección del corazón, dando como resultado un aumento de la
presión, que hace que las placas inestables se rompan, posteriormente se
obstruya la arteria y empeore la hemodinámica en esa área del corazón.
Por
favor, tenga en cuenta que esta explicación por sí sola explica por qué se
rompen las placas, qué papel tienen en el proceso del ataque cardíaco y por qué
deberían tomarse en cuenta. También tenga en cuenta que esta explicación abarca
todos los fenómenos observables relacionados con las enfermedades cardíacas y
está respaldada por años de investigación. No podría estar más claro en cuanto
al verdadero origen de esta epidemia de enfermedades cardíacas.
Nutrir el Sistema Nervioso
Parasimpático
Si la
enfermedad cardíaca es fundamentalmente causada por una deficiencia en el
sistema nerviosos parasimpático, entonces obviamente la solución es nutrir y
proteger ese sistema, que es los mismo que decir que tenemos que nutrirnos y
protegernos a nosotros mismos. Nutrir a nuestro sistema nervioso parasimpático
básicamente es lo mismo que eliminar el estilo de vida que ha puesto a los
seres humanos en el lugar en donde están. Esto significa evitar los excesos de
las civilizaciones industriales. Las cosas conocidas por nutrir nuestro sistema
nervioso parasimpático son el contacto con la naturaleza, las relaciones
amorosas, la confianza, seguridad económica (un sello distintivo de los pueblos
indígenas en todo el mundo) y el sexo- esta es toda una nueva terapia para los
enfermos del corazón.
La
medicina que refuerza todos los aspectos del sistema nerviosos parasimpático es
un extracto de la planta strophanthus llamada ouabaína o g-estrofantina. La
g-estrofantina es una hormona endógena (hecha dentro de nosotros) que se
produce en nuestra corteza suprarrenal a partir del colesterol y por lo tanto
es inhibida por los medicamentos de estatinas.
La
g-estrofantina hace dos cosas que son cruciales en este proceso- dos acciones
que no las ofrece ningún otro medicamento conocido. Primero, estimula la
producción y liberación de ACh, el principal neurotransmisor del sistema
nervioso parasimpático, segundo y aún más importante, convierte el ácido
láctico- el principal culpable metabólico en este proceso- en piruvato, uno de
los combustibles preferidos de las células del miocardio. En otras palabras,
convierte el veneno en este proceso en un nutriente.
Esto
podría ser lo implicaron en la medicina china cuando dijeron que los riñones
(es decir, las glándulas suprarrenales, en donde se produce la ouabaína) nutren
su corazón. En mis muchos años de utilizar la ouabaína, jamás he tenido un solo
paciente con MI mientras la toma. Realmente es un regalo para el corazón. Por
supuesto, siempre pongo a mis pacientes bajo una dieta saludable para el
corazón tipo WAPF, cargada de grasas saludables y nutrientes solubles en grasa
y baja en carbohidratos procesados y azúcares que son la base de la vida
industrial, civilizada. Existen versiones homeopáticas disponibles del
strophanthus, que pueden utilizarse. Otra opción que es efectiva pero no tan
ideal es el extracto de la planta. El inconveniente es que la cantidad de
ouabaína se desconoce.
Reproducido
con permiso de Townsend Letter, www.townsendletter.com.
Sobre
el Autor
El Dr.
Cowan ha trabajado como vicepresidente de Physicians Association for
Anthroposophical Medicine y es miembro fundador de Weston A. Price Foundation. Es el autor principal del libro The Fourfold Path to
Healing y es co-autor del libro The Nourishing Traditions Book of Baby and
Child Care. El Dr. Cowan da conferencias en los Estados Unidos y Canadá.
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